Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe. ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios? 1 Juan 5:4,5

miércoles, 25 de enero de 2012

EL SEXO SEGUN EL PLAN DIVINO

Alguna  vez usted ha reflexionado, sobre ¿qué es el sexo? ¿Por qué hay dos sexos definidos y bien marcados y bien ubicados? ¿Quién es  el autor del sexo en el hombre y mujer?  Por supuesto que  surge muchísimas preguntas interrogantes positivos y negativos en la mente humana  sobre este tema.

Amados amigos y hermanos, en este segmento sobre el tema del sexo, entiendo que ustedes están muy conscientes que el hombre como tal tiene un solo sexo y la mujer igualmente tiene un solo sexo, ambos se diferencian por la forma, estructura y función.

Ahora bien, usted y yo, sabemos por lo tanto, que no hay un tercer sexo, ni transformado, ni cambiado, ni disimulado.

El ser humano, hombre y mujer fue creado diseñado por Dios, así de sencillo. El sexo en los animales también lo creó Dios.

Pero, vayamos a nuestro tema de reflexión, si la raza humana, tiene un sexo definido y bien marcado, por qué se acepta que hay un tercer grupo con sexo deformado.

En necesario saber para qué y por qué Dios, creo e hizo el sexo en  el hombre y la mujer. La respuesta es para la procreación humana, y como un medio de la manifestación de amor en la pareja que contrajo matrimonio, y  además para  el  buen  funcionamiento de  órganos, sistemas, entre  si en el  cuerpo  humano.

Como Dios es tan sabio, y perfecto, ubicó el sexo en el lugar más intrínseco del cuerpo  y no lo dejó a la intemperie como el cabello, los ojos, las manos y otras partes.  Es que el sexo masculino y femenino, necesita respeto, cuidado, protección, no está expuesto al aire libre para ser manoseado, maltratado, abusado, violado,  vejado, destruido sometido al comercio sexual por otra personas; mucho más si se trata del sexo de la mujer.

Si el sexo es el órgano reproductor de la raza humana, y el deleite y gozo de la pareja en matrimonio: entiéndase por favor, cuando digo pareja conyugal, se trata de la unión de un hombre con una mujer, esta es la pareja monogámica, heterogénea, de ellos saldrá la familia. Este es el orden de Dios.

No podemos trastocar, distorsionar, cambiar las leyes, estatutos y mandatos del Señor, permitir: “unión de  dos hombres, o  la unión de dos mujeres, esto se llama aberración, pecado, destruir el sexo el órgano más bello y hermosos que Dios le dio al hombre y mujer, para que se gocen, lo disfruten, pero SOLO EN MATRIMONIO.

Si se juega y se distorsiona el uso y abuso del sexo, fuera del matrimonio, fácilmente está destruyendo toda su vida como persona y su vida espiritual, síquica y mental.

La unión mala, perversa, comercial del  sexo de hombre con hombre, se llama HOMOSEXUALIDAD. La unión  sexual de mujer con mujer se llama LESBIANISMO.    

Querido joven varón, querida joven señorita, ninguno de ustedes, tiene derechos, ni hay leyes humanas, tampoco Dios ha dado orden de que el sexo sea descubierto, usado y maltratado  antes del matrimonio, eso se llama violación, con autorización o sin consentimiento  de la persona.

Recuerde bien que no hay un tercer sexo, ni en la humanidad ni en los animales. La degradación sexual lleva al pecado y el pecado a la muerte de tormento.

La homosexualidad no es enfermedad, ¡no es así! La homosexualidad de hombre con hombre y mujer con mujer, es producto de una mente, alma y corazón entenebrecido delante de Dios. 

La  Biblia  es  muy  enfática, descriptiva y clara  en las  consecuencias  del uso  del sexo distorsionado  por  la  desobediencia. Reflexionemos sobre la siguiente cita bíblica que se encuentra en Romanos 1: 24 - 27 24 Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos, 25 ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén. 26 Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza, 27 y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío.


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