Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe. ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios? 1 Juan 5:4,5

jueves, 19 de enero de 2012

FINALIZANDO UN AÑO Y EMPEZANDO EL NUEVO

Amados amigos y hermanos, ha transcurrido  365 días de un año  civil para la humanidad del mundo entero que ha tenido la bendición de llegar hasta este minuto del día, junto a su  familia y familiares o amigos o conocidos.
Es muy probable que muchas personas, tuvieron momentos y horas   fuertes, duras, dolorosas, desagradables, y hasta crueles, pues perdieron algún hijo, madre, padre en accidente, o muerte natural, fueron despedidos de sus trabajos, continúan con enfermedades, incurables, reniegan de sus destino y hasta desconocen a su Creador.
Hay otro sector de la humanidad, que se siente muy feliz, pues ellos dicen: ¨LA SUERTE ME HA SONREIDO¨ Nada les ha sucedido, todo sigue igual y quizás ha habido ganancias económicas, viajes, ninguna enfermedad,  nadie ha partido al más allá, etc. Por lo tanto no hay de que arrepentirse, aparentemente son ¨personas buenas¨ nunca han hecho mal a nadie.
Desde que tengo uso de razón, posiblemente a partir de mis 6 años de edad, continuamente he visto, he palpado fehacientemente, como la humanidad de cualquier nivel social, estrato económico, político, cultural o raza o religión, dicen ¨arrepentirse¨  de sus acciones pasada, justamente el último día del Año que fenece ¿Sabe que esto me agrada? Porque es una buena señal que usted sí, se ha dado cuenta ante su conciencia que ha cometido ¨actos malos contra usted mismo y su semejante¨
Si es persona valiente, a penas puede balbucear palabras y dice: ¨disculpe¨, ¨no me di cuenta¨, ¨no lo sabía¨, ¨estaba equivocado¨, y otras frases similares, como queriendo decir, no tengo culpa de nada, de todo lo que pasó.
Desde el principio de la Creación, la primera pareja humana al verse descubierto su desobediencia, es decir su pecado, Dios interroga al hombre como cabeza del hogar,  preguntándole  sobre la presencia de su amada mujer, entonces contesta que él, no sabe nada, y termina culpando a Dios: ¨la mujer que tú me diste me hizo pecar¨ Génesis: 3: 12
Y por qué traigo a relación esta historia bíblica, pues, siempre el ser humano, desde ayer, hoy y siempre está culpando a otra persona, a la que está más cerca de él o de ella, no mira ni analiza ningún parentesco, o lazo consanguíneo, o amistad, lo que vale es culpar, juzgar, discriminar, humillar, y más  acciones a su semejante, y de esta manera querer sentirse libre, liberado y sin culpabilidad.
Todo esto lo vemos que se repite y se repite, en todas las células de hogares, no hay una sola familia que se escape de este maltrato inhumano, cruel, y perverso.
Es la constancia de estos vejámenes físicos, psíquicos, mental, espiritual, moral que perturban a los hijos, que cuando llegan a ser hombres y mujeres adultos y tomar su rol de padres y madres, nuevamente el mismo carrusel se repite; y estos nuevos  padres de familia culpan a sus progenitores, y dicen:¨sí, mis padres tienen la culpa porque ellos fueron muy malos conmigo, por esa razón soy así¨.
Ahora bien, razonemos, reflexionemos, meditemos un poquito, sí.., digo, un poquito, porque necesitaríamos hacer estudios profundos sustanciales para entender esta acción conductual humana que se trasmite de generación en generación, otros dirían la tradición, los científicos dirían, son los genes, la filosofía popular también diría que nació así, e igual que el primer hombre de la tierra, este mismo hombre se auto convencería también diciendo: ES QUE DIOS ME HIZO ASI.
Entonces cada fin de año, el último día que fenece, y al comenzar el minuto cero hora, del nuevo día, por consiguiente empieza el nuevo año, una parte  de la humanidad, sean hombres o mujeres, dicen: ARREPENTIRSE, otros piden disculpas, otros no les importa y la cuarta parte se alegran, se embriagan, comen, pues dicen mañana moriremos, y hay que gozar esta vida.
Por consiguiente, el famoso arrepentimiento, de la agresividad, daño, perjuicio, muerte, maldad, robo adulterio, maltrato, bajar el auto estima a sus semejantes, etc., etc.,  se puso en EL MONTE DEL OLVIDO, pues así como se hizo promesas de prosperidad y cambiar de vida, porque comienza un nuevo año, también al instante, en esa misma fiesta se recuerdan acciones de dolor, con raíces de amargura, heridas no curadas que sangran, como si estuvieran tan vivas.             
Entonces reflexionando, con mente fría, sin tapujos, ni fantasías, ni aplicando actos religiosos de seuda espiritualidad, o tener conocimientos teóricos de la vida: VERDADERAMENTE EL SER HUMANO, SE ARREPIENTE DE SU VIDA DE PECAR, CADA FIN DE AÑO, O ES UN SIMULACRO PARA APARENTEMENTE QUEDAR BIEN ANTE SU SEMEJANTE o como decía mi abuelita: ¨todo es un remordimiento de conciencia, y no un genuino arrepentimiento¨
Sabe usted que la Biblia, en todas sus páginas guarda mensajes poderosos del arrepentimiento verdadero, y no volver a cometerlo, así: Lucas 3: 8 Haced pues frutos dignos de arrepentimiento.
Hechos 26: 20  que se arrepintiesen y se convirtiesen a Dios, haciendo obras dignas de arrepentimiento.
Arrepentirse es reconocer, su error, sus ofensas, el daño causado a su semejante, pedir perdón, y no volver a cometer la acción de maldad a los demás.
Pero, el arrepentimiento espiritual y genuino es arrepentirse, sin remordimiento de conciencia, sino convirtiéndose a Dios, y teniendo frutos dignos de arrepentimiento.


 

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